Autorretrato
Grace Herrera Amighetti (1935)
Autorretrato
Plancha de 2008, impresión 2018.
Xilografía sobre papel Museo de Arte Costarricense
Donación de la artista en 2018
Museo de Arte Costarricense
Fotografía: Rafael Venegas 2018
2018 - Exposición Nuevas Adquisiciones: 2016-2018 - Museo de Arte Costarricense
La artista Grace Herrera Amighetti ha mantenido una constante labor en el ámbito educativo, tanto en sus años como profesora en renombrados colegios del país como en su vasta trayectoria en la Universidad de Costa Rica. Esta veta académica le ha permitido desarrollar proyectos de investigación, tanto para explorar en su trabajo artístico como en la profundización de los estudios históricos del grabado en Costa Rica, específicamente una ardua labor en torno a los petrograbados precolombinos del Monumento Nacional Guayabo.
Su amplia carrera artística le ha permitido desenvolverse en numerosas técnicas, donde ha destacado su dominio de la acuarela. Esta última fue consolidada al ser incluida por la historiadora María Enriqueta Guardia entre las acuarelistas destacadas de la historia del país, ingresando así en la exposición realizada en los Museo de Banco Central en 2006. Pero también la pintura y el grabado han sido sus medios más visibles, donde destaca en pintura una serie de trabajos de pintura en soporte triangular modular que borra el límite entre la pintura y la escultura.
En palabras de la artista, el grabado ha jugado un rol muy importante en su trayectoria artística, a pesar de que su especialidad universitaria sea la pintura. El grabado es una técnica que está fuertemente arraigada a su familia, desde su tío el célebre Francisco Amighetti y su esposa Flora Luján, además de su hijo Alberto Murillo, todos compartieron y comparten una pasión y un gran dominio por esta técnica.
Lobra es un autorretrato en el cual logró capturar con gran habilidad su personalidad. El gesto de observar por sobre los anteojos, aparte de un gesto que aporta expresión, es un recurso que la artista utiliza para poder realizar con gran detalle los ojos, que de otra manera quedarían ocultos tras la armazón de los lentes. Un detalle interesante es la franja que atraviesa la obra de manera diagonal, dividiéndola en 3 bandas en negativo. Eso permite darle una mayor realce a la zona de los ojos, y por contraste las bandas oscuras están trabajas de manera más sintética. Este autorretrato se suma a los retratos de artistas y personajes históricos que están presentes en las colecciones del Museo de Arte Costarricense.
Rafael Venegas, 2018